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2024 es mi año para acodar bonsais y... ¡sacar más!
No voy a mentiros, los acodos… no son lo mío. Bueno, podríamos meter acodos y esquejes en el mismo saco. Los acodos son uno de esos “trabajos” o “cuidados” del mundo del bonsai que no termino de pillar el truco. También he de decir que hasta ahora, por falta de espacio, no le daba mucha importancia, así que… si no salían, pues no pasaba nada.
¿Cómo se hace un acodo en bonsai?
Realmente, en bonsai y en cualquier otro ámbito. No hay trabajos “exclusivos” como tal para bonsai. No nos enrollemos, los pasos son muy sencillitos:
- Cortamos un anillo de corteza en la zona en la que queramos acodar. ¡Importante! Para evitar una cicatrización del corte, que salga el calló y nos tape la zona de la que queremos que nazcan las nuevas raíces que asentarán la base para nuestro futuro nebari, se recomienda que el anillo sea de AL MENOS el ancho del tronco/rama que vayamos a acodar.
- Con el anillo ya retirado, raspamos la parte descubierta. Lo ideal es raspar “hacia abajo”, para que la materia que retiramos no vaya a parar a la parte superior del anillo, que será dónde querremos que nazcan las nuevas raíces.
- Con la zona ya lista, ya entramos en los dos puntos opcionales. Sobre todo según la especie que vayamos a acodar: fungicida y hormonas de enraizamiento.
- Como la zona tendrá una alta humedad, no es un mal consejo el aplicar un fungicida genérico para evitar sustos. No es un paso obligatorio y hasta la fecha yo no lo he aplicado, pero… no está de más tenerlo en cuenta.
- Después, nuevamente como algo opcional, aplicamos hormonas enraizantes. En polvo, gel, o cómo nos apetezca. Cada una tiene sus pros y contras, pero… no vamos a entrar en eso ahora. En mi caso, he probado con hormonas en polvo, líquidas y en gel. Los acodos existósos los he conseguido con Clonex que, como se comenta por ahí, hacen que agarre hasta un palo.
- Una vez hayamos aplicado las hormonas de turno, cogemos “la material que aportará humedad” y lo recubrimos con cuidado para no retirar muchas de las hormonas enraizántes que previamente hemos añadido a nuestro bonsai, prebonsai, o proyecto de bonsai. Lo denomino como “la material que aportará humedad” porque esto es muy subjetivo. Hay gente que usa turba, otros utilizan musgo spahgnum, fibra de coco, lana de roca, etc. En mi caso, suelo decantarme por el musgo spahgnum. Primero lo humedezco, retiro el exceso de agua y lo coloco.
- Por último, con “la material que aportará humedad” ya colocada, procedemos a recubrir el acodo. Hay distintos métodos, desde bolsas de plástico, macetas de plástico, el embalaje del pan de molde, ¡o incluso “capsulas” para acodar! En lo que a mí respecta, he probado con film de plástico transparente (el de cocina de toda la vida) y con las “capsulas”. Por ahora, tenemos un acodo exitoso con cada una, aunque estas “capsulas” son la primera vez que las uso. También, el tema de que sea opaco o transparente… SUPUESTAMENTE siempre es recomendable usar un recipiente opaco frente a uno transparente. En mi caso, por llevar la contraria, son todos transparentes. Una de las ventajas de esto, es que podemos ver cuándo el acodo ha funcionado y cuándo no.
- Con todo esto ya realizado (recordad que el acodo tiene que quedar “compacto” para que la superficie a acodar quede en contacto con “la material que aportará humedad”), solo nos quedará andar pendientes y humedecer la zona siempre que lo necesite. Aquí es importante controlar el tipo de “material que aportará humedad” que hemos usado porque no todas se comportan igual.
- Cuando veamos raíces (se aconseja aguantar el acodo un mínimo de 2 meses), podremos cortar y pasar a su maceta, colador o dónde queramos tenerlo para su fase de engorde.
Acodo Arce Palmatum Yamamomiji
Este 2024 todo empezó con un Arce Palmatum, ya sabéis el que Yamamomiji es el Arce Palmatum… “puro” (si no lo sabíais, de eso va este blog, ¡de aprender!). Conseguí uno con buen porte, 0 trabajo para bonsai previo pero… en algún momento hay que empezar, y lo importante: ¡a muy buen precio!
Las cosas no siempre salen como queremos y este fue uno de esos casos. El arbol empezó a secar desde el acodo hacia las raíces y finalmente acabó siendo un acodo fallido y un plantón muerto. ¡IMPORTANTE! Depende de la magnitud y fuerza del árbol, podremos hacer más de un acodo simultáneo o en la misma rama, aunque se recomienda no hacer varios acodos en la misma rama. ¿Qué hice mal? Pues… ¡alguna que otra cosa! Como mantener la zona excesivamente húmeda por no pensar en “la material que aportará humedad”. Eso sí, aunque a diferencia de un esquejado un acodo tiene más probabilidades de éxito, no está 100% garantizado.
Con la lección aprendida, me hice con otro par de Palmatums y… ¡por ahora la cosa pinta de otro color! El proceso es el mismo, solo que use Clonex en lugar de las hormonas viejas viejas en polvo que tenía por ahí e, importante, controlé la humedad mejor. Por ahora, es pronto como para retirarlos ya, así que los mantendré un mes más (tienen un mes aproximadamente), pero me alegra ver que las cosas funcionan y no solo con el Arce.
Acodo Zelkova Serrata
Seguí el mismo proceso que con el Arce, pero… más suave. En el caso del Arce, como era un plantón grande y fuerte, cuenta con 5 o 6 acodos simultáneos, pero para la Zelkova (que no tiene mayor grosor que un lapicero), solo realicé uno a media alturas del tronco palillero. Eso sí, para comprobar el éxito de un embalaje u otro, en el caso del Arce todos se han realizado con “capsulas”, mientras que en el de la Zelkova y en un Fagus que no muestra avances por ahora, se realizaron con film de plástico normal y corriente.
Acodo Fagus Sylvatica
Como comentamos con la Zelkova Serrata, este acodo sigue el mismo mismo proceso que el de su compañera, ¡pero por ahora no muestra ningún progreso! Esto puede alarmar, pero no deja de ser un aviso de la naturaleza diciendo “tú déjame a mí, que si tiene que ser será”. De todas formas, y gracias a este pequeño espacio creado para compartir el avance de mis perejiles, iré actualizando el estado de TODOS los acodos que tengo en proceso conforme vayan saliendo o fallando.
En general, realizar un acodo es algo muy fácil. Es uno de esos pocos trabajos o cuidados de bonsai que no dan opción a interpretación. Eso sí, tenemos que dejar de lado la tasa de éxito aunque ya de por sí es más alta que con los esquejes. Al final… estamos “esquejando” una parte del arbol pero que sigue “vinculada” al árbol principal, por lo que las probabilidades de que ese “esqueje” no salga son menores, ¡pero puede pasar cómo ya habéis visto!